top of page

IRÁN VICTIMA DEL TERRORISMO Y LA DESINFORMACIÓN

Los medios de comunicación occidentales y de ciertos países árabes se negaron a llamar terrorista al atentado de Ahvaz, en Irán, en el que murieron 24 personas.

Irán ha sufrido un nuevo ataque terrorista, esta vez en la ciudad de Ahvaz, al suroeste del país. Acción criminal que se saldó con 24 muertos y decenas de heridos y que ha dado muestra de la hipocresía de occidente a la hora de demostrar su condena, como suele hacerlo cuando sus ciudades y ciudadanos son las víctimas de ataques terroristas.

Los gobiernos europeos y sus sociedades no salieron a la calle con carteles Je Suis Ahvaz. No condenan el terrorismo de grupos apoyados por países a los cuales venden armas y otorgan impunidad. No utilizan la terminología correcta cuando se trata de países y sociedades, que no son parte de sus alianzas políticas. Muestran así ese doble rasero, esa duplicidad que divide al mundo entre habitantes de primera y segunda categoría. Nuevamente, ese occidente liderado por Washington y sus aliados, a través del uso tendencioso de sus medios de comunicación, concretan una conducta donde la manipulación, la desinformación y la mentira son parte de su política internacional

Manipulación y desinformación, que distorsiona deliberadamente la realidad por parte de los denominados medios de comunicación, que expresan, en el caso de los medios occidentales y sus socios, la crónica política de agresión contra la República Islámica de Irán, a propósito del atentado en la ciudad de Ahvaz.Con mayor concreción, entiendo el desinformar como aquel objetivo de dar a conocer datos, cifras, análisis, hechos premeditadamente manipulados al servicio de objetivos variados, como también información insuficiente o incluso omitiéndola. Más de algún cínico considerará, que esto no es extraño, que el mundo es así, que no se puede cambiar, dando muestra con ello, que esa manipulación, la mentira, las noticias falsas, el uso de la desinformación, la hasbara, ha hecho mella en una parte importante de la humanidad, que considera tal situación como inevitable y un destino inexorable. Efectos de la concentración de los medios en manos de unos pocos grupos.

Esta conducta consiste, básicamente, en el uso que hacen los medios de comunicación hegemónicos de los hechos, acontecimientos o procesos de una forma que sirva a sus intereses políticos, económicos, ideológicos y militares. Una pauta claramente visible en los poderes occidentales y sus aliados, a través del poder monopólico que poseen en materia de medios de información radiales, televisivos, agencias informativas, medios gráficos y aquellos que conforman las empresas que dominan las llamadas redes sociales. Por ejemplo, señala un estudio de Media Pluralism Monitor, dos tercios de los estados europeos tienen el 80% de la propiedad de sus medios concentrada en menos de cuatro grupos.

El flujo de información volcado en gran parte de los medios occidentales, repetidos al pié de la letra por sus símiles en las monarquías ribereñas del Golfo Pérsico, Israel e incluso en naciones tan lejanas como las de Latinoamérica han minimizado el ataque terrorista en Ahvaz. Una acción criminal extremista atribuida a una célula del grupo Al-Ahvaziya, movimiento terrorista y que reivindicó los asesinatos en una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters. Una acometida criminal que no distinguió niños, mujeres y hombres asistentes a un desfile militar, que conmemoraba un nuevo aniversario del inicio de la defensa sagrada en la guerra contra Irak.

En general, el análisis de este acto terrorista ha mostrado el rostro embustero de aquellos que suelen llenar sus portadas, editoriales y páginas interiores, sus programas televisivos, radiales, de los más variados adjetivos cuando las víctimas son de alguna ciudad europea o cuando ocurre en algún país considerado cercano a las potencias occidentales. Los adjetivos allí se multiplican: terror, masacre, extremismo, consternación, locura. No se escatima esfuerzo semántico en calificar dichos ataques como lo que son, actos deliberados y destinados a generar desestabilización, terror social.

Pero, si esas agresiones de grupos terroristas , que esas mismas potencias occidentales y sus socios han creado, organizado y apoyado, acontecen en ciudades de Siria, Irak, Palestina, Yemen, Irán, no se habla de terrorismo sino que se usan eufemismos: Ataques, Acciones armadas, asalto armado. De esa forma, no se le otorga la importancia que tienen esos crímenes situándolos en una categoría inferior. Para los medios de occidente, las víctimas de Oriente Medio no tienen el valor de aquellos caídos en sus ciudades. Las grandes capitales que suelen vestirse de luto, donde sus habitantes suelen salir a la calle con carteles coloridos que expresan Je Suis París, Je Suis London, Bruselas, Niza e incluso un Je Suis Charlie, cuando se trató de Ahvaz, enmudecieron. Tras el ataque a Ahvaz, el Sídney Opera House, The Calgary Tower, el Cristo Redentor en Brasil, Wembley Stadium en Londres, monumentos italianos u otros grandes sitios arquitectónicos del mundo no se iluminaron con los colores de la bandera de Irán.


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page