EL GOBIERNO DE EL SALVADOR CONTRADICE LAS RECOMENDACIONES DE LA ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD
El gobierno de El Salvador hace caso omiso de las recomendaciones de la Organizacion Mundial de la Salud, por ejemplo sobre el tiempo de cuarentena es más reducido que el estipulado por el Ministerio de Salud Publica, el uso de la mascarilla, la atencion a personas con sospechas de COVID19, las pruebas para detectar si alguien es positivo o negativo, la atencion de grupos vulnerables, quienes deben de estar confinadas; por loque citamos textualmente las recomendaciones de la Organizacion Mundial de la Salud:
El Director General de la Organización Mundial de la Salud, siguiendo el asesoramiento del Comité de Emergencia constituido en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005), declaró que el actual brote de COVID-19 constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional y publicó unas recomendaciones provisionales. El Comité solicitó al Director General que prestara más asesoramiento sobre esas cuestiones y, de ser necesario, formulara nuevas recomendaciones caso por caso, en vista de la rápida evolución de la situación.
Se consideran «zonas afectadas» los países, provincias, territorios o ciudades donde hay constancia de transmisión de COVID-19, a diferencia de las zonas en las que se solo se notifican casos importados. La situación a fecha del 27 de febrero de 2020 es la siguiente: aunque China, y en particular la provincia de Hubei, ha experimentado una transmisión local sostenida y ha notificado de lejos el mayor número de casos confirmados desde el comienzo del brote, últimamente el número de casos en el país se ha reducido de forma importante. Al mismo tiempo, un número cada vez mayor de países, entre los que no se encuentra China, han notificado casos de COVID-19, algunos de ellos por transmisión local. A medida que evolucione la epidemia es previsible que en muchas zonas se detecten casos importados y transmisión local de COVID-19. La OMS publica diariamente informes de situación sobre la evolución del brote.
Los brotes notificados hasta la fecha se han producido principalmente por grupos de casos infectados por contacto directo en el seno de una familia o en determinados actos multitudinarios. La COVID-19 se transmite principalmente por gotículas respiratorias de personas infectadas y por el contacto directo con ellas. Las medidas de control centradas en la prevención, en particular el lavado frecuente de manos y las precauciones al toser, y en la vigilancia activa para detectar de forma temprana los casos y aislarlos, para localizar con rapidez a las personas que han estado en contacto con los casos y hacer un seguimiento de ellas, y para que los pacientes, en particular los graves, puedan acceder rápidamente a la atención clínica, son eficaces para contener la mayoría de los brotes de COVID-19.
La OMS sigue desaconsejando aplicar restricciones de viaje o comercio a países con brotes de COVID-19.
En general se ha demostrado que restringir el movimiento de personas y de bienes en emergencias de salud pública es ineficaz en la mayoría de las situaciones y puede consumir recursos que se necesitan para otras intervenciones. Además, las restricciones pueden interrumpir la llegada del apoyo técnico y la ayuda necesarios, perjudicar los negocios y tener consecuencias socioeconómicas negativas en los países afectados. Ahora bien, en determinadas circunstancias pueden resultar temporalmente útiles las medidas que restringen la circulación de las personas, como en entornos con pocas conexiones internacionales y una capacidad de respuesta limitada.
Las medidas que interfieren considerablemente en el tráfico internacional solo están justificadas al inicio de un brote para que los países ganen tiempo, aunque solo sean unos pocos días, y apliquen rápidamente otras medidas de preparación eficaces. Esas restricciones deben basarse en una cuidadosa evaluación de los riesgos, ser proporcionales al riesgo de salud pública, ser de corta duración y volver a evaluarse periódicamente en función de la situación.
Prohibir viajar a zonas afectadas o denegar la entrada a pasajeros procedentes de esas zonas no suele ser eficaz para prevenir la importación de casos, y puede acarrear consecuencias socioeconómicas importantes. Desde que la OMS declarase que la COVID-19 constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional, y hasta el 27 de febrero, 38 países han comunicado a la OMS medidas sanitarias adicionales que interfieren considerablemente en el tráfico internacional en relación con los viajes hacia y desde China u otros países. Algunas de esas medidas han consistido en denegar la entrada a pasajeros, restringir la emisión de visados o imponer cuarentenas a viajeros que han estado en zonas afectadas. Varios países que han negado la entrada a viajeros o que han suspendido vuelos hacia o desde China u otros países afectados, están ahora notificando casos de COVID-19.
Para detener con éxito la propagación internacional no basta con medir la temperatura de los viajeros a la salida de un país o a la entrada a otro, ya que si estos han sido infectados puede que se encuentren en el periodo de incubación, que no muestren síntomas aparentes al principio del curso de la enfermedad o que oculten la fiebre mediante antipiréticos; además, esa medida requiere inversiones sustanciales para lo poco que puede aportar en beneficios. Es más eficaz comunicar a los viajeros recomendaciones en materia de prevención y recopilar sus declaraciones de salud y datos de contacto a la llegada a un país para poder realizar una evaluación de riesgos adecuada y poder localizarlos en el marco de un posible rastreo de contactos.
Siguen siendo muy importantes para todos los viajeros las recomendaciones generales de higiene personal, las precauciones al toser y el mantener un metro de separación de las personas que presentan síntomas. Algunas de esas recomendaciones generales son:
General recommendations for personal hygiene, cough etiquette and keeping a distance of at least one metre from persons showing symptoms remain particularly important for all travellers. These include:
seguir las indicaciones para la higiene de manos de forma regular, en particular después de entrar en contacto con secreciones respiratorias. Para ello hay que lavarse las manos con agua o jabón, o con una solución a base de alcohol. Es mejor lavarse las manos con la solución a base de alcohol cuando las manos no están visiblemente sucias; y con agua y jabón cuando sí lo están;
cubrirse la nariz y la boca con la parte interna del codo o con un pañuelo de papel al toser o estornudar, tirar el pañuelo a la basura inmediatamente después y lavarse las manos a continuación;
no tocarse la boca ni la nariz;
no es necesario llevar ningún tipo mascarilla médica si no se presentan síntomas, ya que no hay pruebas de que su uso proteja a las personas que no están enfermas. Con todo, en algunas culturas, es común utilizar este tipo de mascarilla. Si debe utilizarse, es fundamental seguir las prácticas óptimas sobre cómo llevarla, quitársela y deshacerse de ella, así como las relativas a la posterior higiene de manos.
Como en todo viaje, también se aconseja a los viajeros que sigan unas prácticas adecuadas de higiene alimentaria, incluidas las cinco claves para la inocuidad de los alimentos , y las recomendaciones para reducir el riesgo de transmisión de patógenos emergentes desde animales a seres humanos en mercados de animales vivos
Los viajeros que han estado en zonas afectadas deben vigilar si presentan síntomas en los 14 días posteriores a su viaje de vuelta y seguir los protocolos nacionales del país en el que se encuentran. Algunos países pueden poner en cuarentena a los viajeros que han estado en zonas afectadas. Se recomienda a los viajeros que presentan síntomas (fiebre, tos o dificultad para respirar) ponerse en contacto con los dispensadores locales de atención de salud, preferiblemente por teléfono, para comunicarles sus síntomas y el trayecto de viaje que han realizado. Se aconseja seguir las recomendaciones de la OMS para la gestión de viajeros enfermos en los puntos de entrada. En los sitios web de la OACI y la IATA pueden encontrarse orientaciones sobre el tratamiento de pasajeros enfermos a bordo de aviones. En el sitio web de la OMS también figuran consideraciones clave para la planificación de actos multitudinarios. También se han publicado consideraciones operacionales para la gestión de casos de COVID-19 a bordo de buques.
Los países que decidan repatriar a sus ciudadanos de zonas afectadas deberían estudiar la posibilidad de utilizar las siguientes medidas para evitar que se siga propagando la COVID-19: cribados de salida poco antes del vuelo, comunicación de riesgos a los viajeros y a la tripulación, suministros para el control de infecciones durante el viaje, preparación de la tripulación ante la posibilidad de que haya pasajeros enfermos en el vuelo, cribados de entrada a la llegada de pasajeros y seguimiento riguroso durante 14 días después de la llegada.
Los países deberían reforzar la vigilancia de los brotes inusuales de enfermedades similares a la gripe y la neumonía grave y hacer un seguimiento cuidadoso de la evolución de los brotes de COVID-19, reforzando la vigilancia epidemiológica. También deberían, mediante una comunicación eficaz, sensibilizar mejor al público, a los profesionales de la salud y a los legisladores de los riesgos relativos a la COVID-19, y evitar medidas que pudieran generar estigma o discriminación. Los países deberían comunicar a la OMS toda la información pertinente necesaria para evaluar y gestionar la COVID-19 de manera oportuna, como exige el Reglamento Sanitario Internacional (2005).
Se recuerda a los países la finalidad del Reglamento Sanitario Internacional de prevenir la propagación internacional de enfermedades, proteger contra esa propagación, controlarla y darle una respuesta de salud pública proporcionada y restringida a los riesgos para la salud pública, evitando al mismo tiempo las interferencias innecesarias con el tráfico y el comercio internacionales. Los países que apliquen medidas sanitarias adicionales que conlleven trabas significativas para el tráfico internacional están obligados a comunicar a la OMS, dentro de las 48 horas siguientes a su aplicación, sus razones de salud pública y la información científica pertinente relativas a las medidas aplicadas. La OMS dará a conocer esa información a otros Estados Partes. Por «trabas significativas» se entiende generalmente la denegación de entrada o salida de viajeros internacionales, equipaje, carga, contenedores, medios de transporte, mercancías y similares, o su retraso, durante más de 24 horas.
La OMS sigue colaborando con sus Estados Miembros, así como con compañías y organizaciones internacionales, para hacer posible la aplicación de medidas sanitarias relativas a viajes que guarden proporción con los riesgos para la salud pública, que sean eficaces y que se apliquen evitando restricciones innecesarias al tráfico internacional durante el brote de COVID-19.
FOTOGRAFIA DE CORTESIA